El mareo por movimiento, también conocido como mareo cinético o cinetosis, es una alteración temporal del equilibrio que se produce cuando el cerebro recibe información contradictoria de los sistemas sensoriales responsables de mantener la orientación espacial. Esta condición afecta a millones de personas en España y se manifiesta principalmente durante los desplazamientos en diferentes medios de transporte.
Los síntomas más característicos incluyen náuseas intensas, vómitos, sudoración excesiva, palidez, fatiga y sensación de malestar general. A diferencia de otros tipos de mareo relacionados con problemas del oído interno o trastornos neurológicos, el mareo por movimiento es una respuesta normal del organismo ante estímulos específicos de movimiento.
Los principales desencadenantes son los viajes en automóvil, especialmente por carreteras serpenteantes, travesías en barco con oleaje, vuelos con turbulencias y atracciones de parques temáticos. Los niños entre 2 y 12 años son especialmente vulnerables, aunque también afecta significativamente a adultos con mayor sensibilidad vestibular, siendo las mujeres ligeramente más propensas que los hombres a experimentar estos episodios.
El mareo por movimiento surge de un complejo proceso neurológico que involucra principalmente el oído interno, específicamente el sistema vestibular, responsable de detectar los movimientos de la cabeza y mantener el equilibrio corporal. Este sistema contiene estructuras especializadas como los canales semicirculares y los otolitos, que registran los cambios de posición y aceleración.
El mecanismo fundamental radica en el conflicto sensorial que se produce cuando existe una discrepancia entre la información que recibe el cerebro desde diferentes sistemas sensoriales. Durante un viaje en coche, por ejemplo, el oído interno detecta movimiento, pero los ojos, enfocados en el interior del vehículo, perciben estabilidad. Esta contradicción confunde al sistema nervioso central, desencadenando los síntomas característicos.
Los factores predisponentes incluyen:
La susceptibilidad individual varía considerablemente, y algunas personas pueden desarrollar mayor tolerancia con la exposición repetida, mientras que otras mantienen su sensibilidad a lo largo de toda su vida.
Biodramina es uno de los medicamentos más reconocidos en España para el tratamiento del mareo por movimiento. Contiene dimenhidrinato como principio activo y está disponible en múltiples presentaciones: comprimidos de 50 mg, chicles masticables y solución oral. Su efectividad se debe a su acción antihistamínica y anticolinérgica, bloqueando las señales que causan náuseas y vómitos. Se recomienda tomar 30-60 minutos antes del viaje, con una dosis típica de 50-100 mg para adultos.
Cinfamar, también basado en dimenhidrinato, ofrece una alternativa eficaz con presentaciones similares. Los medicamentos con escopolamina, disponibles en parches transdérmicos, proporcionan una liberación prolongada ideal para viajes largos. Entre los antihistamínicos, la meclizina y prometazina son opciones efectivas disponibles en farmacias españolas.
La elección del medicamento adecuado depende de varios factores cruciales. La duración del viaje determina si necesitas una formulación de acción corta o prolongada. Para viajes cortos de 2-4 horas, los comprimidos tradicionales son suficientes, mientras que los parches transdérmicos son ideales para travesías largas. La edad del paciente también influye significativamente en la selección y dosificación.
El tiempo de administración es crítico: la mayoría de medicamentos requieren tomarse 30-60 minutos antes del viaje. Los efectos secundarios comunes incluyen somnolencia y sequedad bucal, especialmente importantes si conduces. Las interacciones medicamentosas con sedantes, alcohol o antidepresivos pueden potenciar estos efectos.
La consulta farmacéutica personalizada te ayudará a seleccionar la opción más segura y efectiva según tu situación particular.
La prevención del mareo por movimiento comienza con medidas simples pero efectivas. Mantener una posición corporal adecuada es fundamental: siéntese en el asiento delantero del vehículo o en el centro del barco, donde el movimiento es menor. Asegure una ventilación adecuada abriendo ventanas o utilizando el aire acondicionado para mantener el aire fresco circulando.
Las técnicas de respiración profunda y relajación pueden reducir significativamente los síntomas. Practique respiraciones lentas y profundas antes y durante el viaje. En cuanto a la alimentación, evite comidas pesadas, grasas o picantes antes del viaje. Opte por alimentos ligeros como galletas saladas o jengibre natural.
Considere el uso de dispositivos complementarios como las pulseras de acupresión, que ejercen presión en puntos específicos de la muñeca. La hidratación es crucial durante todo el viaje:
Es imprescindible buscar atención médica urgente si experimenta síntomas graves como vómitos persistentes que impiden la hidratación, mareos intensos acompañados de dolor de cabeza severo, alteraciones visuales o auditivas, o pérdida del equilibrio que persiste después del movimiento.
Consulte con su médico si sufre mareos frecuentes sin causa aparente de movimiento, ya que podría indicar otros problemas de salud. También es importante acudir al profesional sanitario cuando los tratamientos habituales dejan de ser efectivos o si experimenta efectos secundarios graves de los medicamentos antimareo.
Las personas con mareo por movimiento crónico o recurrente deben mantener un seguimiento médico regular. Su médico puede ajustar el tratamiento, evaluar nuevas opciones terapéuticas y descartar otras condiciones médicas subyacentes que puedan estar contribuyendo a sus síntomas.