El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un retrovirus que ataca específicamente el sistema inmunitario del organismo, debilitando progresivamente las defensas naturales del cuerpo. Es fundamental comprender que el VIH y el SIDA no son lo mismo: el VIH es el virus causante, mientras que el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) representa la fase más avanzada de la infección, cuando el sistema inmunitario está gravemente comprometido.
El proceso de infección comienza cuando el virus penetra en el organismo y se dirige hacia las células CD4+, un tipo específico de glóbulos blancos esenciales para la respuesta inmunitaria. Una vez dentro de estas células, el VIH utiliza su material genético para reproducirse, destruyendo progresivamente las células defensivas.
El diagnóstico temprano resulta crucial para iniciar el tratamiento antirretroviral de forma oportuna, permitiendo mantener una carga viral indetectable y preservar la función del sistema inmunitario, lo que posibilita una esperanza de vida prácticamente normal.
En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha autorizado diversos grupos de medicamentos antirretrovirales que actúan en diferentes etapas del ciclo de replicación del VIH, permitiendo un control efectivo de la infección.
Los Inhibidores de la Transcriptasa Inversa Nucleósidos (ITIAN) incluyen medicamentos como zidovudina, emtricitabina y tenofovir, que bloquean la enzima necesaria para la replicación viral. Los Inhibidores de la Transcriptasa Inversa No Nucleósidos (ITINAN), como efavirenz y rilpivirina, actúan sobre la misma enzima pero mediante un mecanismo diferente.
Los Inhibidores de la Proteasa (IP) comprenden medicamentos como darunavir y atazanavir, que impiden el ensamblaje de nuevas partículas virales. Los Inhibidores de la Integrasa (INSTI), incluyendo dolutegravir y bictegravir, bloquean la integración del material genético viral en el ADN celular.
Las combinaciones más utilizadas incluyen marcas como Truvada®, Atripla®, Genvoya® y Biktarvy®, que combinan múltiples principios activos en una sola pastilla, mejorando significativamente la adherencia al tratamiento y la calidad de vida de los pacientes en el sistema sanitario español.
La terapia antirretroviral de gran actividad representa el estándar de oro en el tratamiento del VIH, basándose en principios fundamentales del tratamiento combinado que utilizan múltiples fármacos para atacar diferentes etapas del ciclo viral. Esta estrategia terapéutica previene el desarrollo de resistencias y maximiza la eficacia del tratamiento.
Los objetivos primordiales de TARGA incluyen la supresión viral sostenida, logrando cargas virales indetectables, y la recuperación del sistema inmunitario mediante el aumento de linfocitos CD4+. Estos objetivos permiten a los pacientes mantener una calidad de vida óptima y prevenir la transmisión del virus.
Las pautas de primera línea recomendadas por el Plan Nacional sobre el Sida incluyen combinaciones basadas en inhibidores de la integrasa como dolutegravir o bictegravir, junto con análogos de nucleósidos. La elección del tratamiento considera factores como comorbilidades, interacciones medicamentosas, función renal y hepática, y preferencias del paciente.
Los efectos secundarios más comunes incluyen alteraciones gastrointestinales, neuropsiquiátricas y metabólicas, requiriendo manejo especializado y ajustes terapéuticos cuando sea necesario.
La profilaxis pre-exposición (PrEP) constituye una estrategia preventiva altamente efectiva para personas con alto riesgo de adquirir VIH. Utiliza medicamentos antirretrovirales, principalmente la combinación tenofovir/emtricitabina, administrados diariamente a personas seronegativas para prevenir la infección.
El Sistema Nacional de Salud español establece criterios específicos de elegibilidad que incluyen hombres que tienen sexo con hombres, personas transgénero, trabajadores sexuales y parejas serodiscordantes con prácticas de riesgo elevado. La evaluación médica previa es fundamental para determinar la idoneidad del candidato.
La PEP debe iniciarse idealmente dentro de las primeras 4 horas tras la exposición de riesgo, y nunca después de 72 horas. Utiliza combinaciones de tres fármacos antirretrovirales durante 28 días. Su efectividad es elevada cuando se administra precozmente, aunque presenta limitaciones relacionadas con la adherencia y efectos adversos.
El acceso a ambas estrategias está garantizado a través del Sistema Nacional de Salud, con centros especializados distribuidos por toda España que ofrecen evaluación, prescripción y seguimiento especializado.
Los preservativos masculinos y femeninos constituyen la primera línea de defensa contra la transmisión del VIH. Su uso correcto y constante reduce el riesgo de infección en más del 95%. La educación sobre prácticas sexuales seguras incluye el conocimiento sobre el estado serológico de la pareja y la importancia de mantener relaciones monógamas o el uso de protección en cada encuentro sexual.
Las pruebas regulares de VIH permiten la detección temprana y el inicio oportuno del tratamiento. En España, estas pruebas son gratuitas y confidenciales en centros de salud. Para usuarios de drogas inyectables, los programas de intercambio de jeringuillas y el acceso a material estéril son fundamentales para reducir la transmisión.
La prevención de la transmisión madre-hijo se logra mediante tratamiento antirretroviral durante el embarazo, parto por cesárea si es necesario y evitando la lactancia materna. Las campañas de concienciación en España, coordinadas por el Ministerio de Sanidad y organizaciones como Cesida, promueven la información y la prevención en toda la población.
El seguimiento médico regular es esencial para mantener una carga viral indetectable y preservar el sistema inmunitario. Los controles incluyen análisis de sangre periódicos, evaluación de la función renal y hepática, y ajustes del tratamiento según sea necesario. Es crucial evitar interacciones medicamentosas informando siempre a los profesionales sanitarios sobre todos los medicamentos que se toman.
Las personas con VIH requieren un calendario de vacunación específico que incluye:
El apoyo psicológico es fundamental para el bienestar emocional. En España, el sistema sanitario público ofrece atención psicológica especializada. Los pacientes tienen derecho a la confidencialidad médica absoluta y protección contra la discriminación. Organizaciones como Cesida, SEISIDA y múltiples asociaciones autonómicas proporcionan apoyo, información y defensa de los derechos de las personas con VIH. Los grupos de apoyo facilitan el intercambio de experiencias y reducen el aislamiento social.
Los avances en investigación prometen tratamientos más eficaces y menos tóxicos, con la esperanza de lograr una cura funcional en el futuro.